La Embajada de EE.UU. en Londres cerró y evacuó personal por falsa alarma de seguridad debido a un paquete sospechoso. Se les pidió a las personas que se mantuvieran alejadas de las ventanas y se vieron perros rastreadores, camiones de bomberos y vehículos policiales fuera del edificio.
La Policía Metropolitana resolvió la situación y la embajada restauró su operatividad, agradeciendo la cooperación de los visitantes. Autoridades locales retiraron el paquete sospechoso fuera de la Embajada.