Escrito de un Doctor/a.
En los campos de nuestro país hay una frase muy conocida que reza: No es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar, en el argot médico se podría decir: no es lo mismo tratar a un paciente, que convertirse en el paciente.
En esta ocasión me tocó estar del lado opuesto, después de comportarme como una persona educada, tolerante y con inteligencia emocional y luego de todo el tema de las largas esperas, la poca cortesía de algunos empleados en el área de administración, la papelería de mi seguro médico (en este caso su accionar fue rápido y eficiente) y la cuestionable atención al usuario de un centro de salud de 1er nivel de la ciudad, pude realizar todos los requisitos que exigía el procedimiento que debía realizarme: video endoscopía digestiva alta.
Parecería un procedimiento ambulatorio y rutinario, nada de que preocuparse, bien justificado por mi gastroenteróloga y por la sintomatología presentada. Mi Dra. Muy amable me explica los pasos a seguir y me envía a la secretaria a fijar el día de dicho procedimiento, la cual, me entrega recetas, autorizaciones y me da un documento diciéndome: esto lo tienes que traer lleno aquí, aquí y aquí pase buenas tardes.
Calmadamente y como es mi costumbre leer todo lo que debo firmar, aun las letras pequeñitas (propio de rasgos obsesivos) me doy cuenta de que es un documento donde se desliga de toda la responsabilidad al médico tratante si se presenta cualquier eventualidad durante la realización del procedimiento médico. El problema no es el contenido (reacciones a la anestesia aplicada, efectos indeseables posterior al procedimiento y complicaciones durante el procedimiento), el problema es la falta de información verbal ante la entrega de este.
Si aun perteneciendo al área de la salud, para mi al leerlo fue traumático, imagino lo que significa para los pacientes y familiares la lectura, comprensión y posterior firma de este papel.
Un documento de consentimiento informado es la declaración de voluntad efectuada por el paciente o por sus representantes legales, emitida luego de recibir información clara, precisa y adecuada inherente a su internación y a procedimientos diagnósticos o terapéuticos , en mi caso y puedo asegurar que en el caso de la mayoría de los pacientes, no se les informa de manera clara y adecuada, son pocos los profesionales de la salud que se toman 10 minutos para explicar a sus usuarios lo que dice ese papel.
Cuando es leído por los usuarios es visto como un documento condenatorio que exime al profesional de toda la responsabilidad en las complicaciones que no necesariamente sucederán pero que la ansiedad anticipatoria propia de las personas que tienen un problema de salud desconocido, asume como un hecho con alta probabilidad de que suceda: si me duele y no sé qué es, entiendo que es algo malo.
Necesitamos la humanización de la atención médica, que nuestros profesionales de la salud desarrollen además del carácter la empatía como valor. colocarse del otro lado, tratar a los demás como quisiera que se les tratara, tomarse un momento de su ajetreado tiempo para explicar hasta que el paciente entienda y si no lo entienden cambiar el lenguaje teniendo en cuenta la deprivación sociocultural de alguno de los usuarios.